MUA, una onomatopeya que mundialmente se puede asociar al beso, fue la palabra elegida por una startup china que creó un dispositivo que permite dar y recibir besos a la distancia y que se sientan en los labios. Se trata de un accesorio de silicona con la forma de una boca y sensores de movimiento oculto que permite reproducir los besos recibidos.
La pregunta es si una máquina puede reemplazar los besos. Y eso aun está por verse. Desde la compañía Siweifushe, que creó este accesorio -en venta por US$38- explicaron que el dispositivo es capaz de reproducir un sonido y sube apenas la temperatura durante el beso para que la experiencia sea «más auténtica».
La pandemia de coronavirus, con sus largos y repetidos aislamientos tuvo mucho que ver con el desarrollo de este producto que permite, incluso, almacenar besos y descargarlos. Los ciudadanos chinos permanecieron aislados en sus casas durante meses. En la época más critica de los confinamientos, Zhao Jianbo, el inventor de este dispositivo, «estaba en una relación en ese entonces, pero no pude conocer a mi novia debido a los aislamientos», según él mismo contó.
Jianbo estudia en la Academia de Cine de Beijing y realizó un proyecto de posgrado en la falta de intimidad física en las videollamadas. Esa fue, de alguna manera, la génesis de este proyecto para el cuál creó Siweifushe, la startup que el último 22 de enero lanzó Mua.
Aunque algunos critican como «espeluznante» su creación, en apenas unas semanas vendió más de 3.000 máquinas y recibió reservas por más de 20.000 dispositivos.






