lunes, 24 marzo, 2025

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Un tipo común de alga oceánica desempeña un papel importante en la producción de un compuesto masivamente abundante que ayuda a enfriar el clima de la Tierra.

Los hallazgos del estudio de la Universidad de East Anglia (UEA) y la Universidad Oceánica de China (OUC), que se publican en Nature Microbiology, podrían cambiar nuestra comprensión de cómo estos diminutos organismos marinos impactan nuestro planeta, según los autores.

El equipo identificó las algas Pelagophyceae, que forman floraciones, como productoras potencialmente abundantes e importantes de un compuesto llamado dimetilsulfoniopropionato o DMSP.

El coautor principal, el profesor Jonathan Todd, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA, dijo: «Las Pelagophyceae se encuentran entre las algas más abundantes en la Tierra, aunque antes no se sabía que fueran productoras importantes de DMSP. Este descubrimiento es emocionante porque el DMSP es un compuesto antiestrés abundante, fuente de alimento para otros microorganismos y fuente principal de gases que enfrían el clima».

Cada año, los microorganismos marinos producen miles de millones de toneladas de DMSP en los océanos de la Tierra, ayudándolos a sobrevivir al protegerse contra diversos estreses como cambios en la salinidad, frío, alta presión y estrés oxidativo. Es importante destacar que el DMSP es la principal fuente de un gas activo para el clima llamado dimetilsulfuro (DMS), que se conoce como el olor de la playa.

Este estudio sugiere que la producción de DMSP, y en consecuencia la liberación de DMS, es probablemente mayor de lo que se había predicho anteriormente y enfatiza el papel clave de los microbios en la regulación del clima global. El DMS también actúa como una molécula de señalización, guiando a los organismos marinos hacia su alimento y disuadiendo a los depredadores.

Cuando el DMS se libera a la atmósfera, los productos de oxidación del DMS ayudan a formar nubes que reflejan la luz solar lejos de la Tierra, enfriando efectivamente el planeta. Este proceso natural es esencial para regular el clima de la Tierra y también es muy importante para el ciclo global del azufre, ya que representa la principal ruta por la que el azufre de los océanos regresa a la tierra.