martes, 28 octubre, 2025

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Cuando el calendario marca el final de octubre y el calor comienza a instalarse, los argentinos ya sueñan con las vacaciones de verano 2025-2026. Las playas de la Costa Atlántica y los valles cordobeses encabezan las preferencias, pero cada vez más viajeros eligen escapadas rurales: destinos con historia, calma y naturaleza donde el tiempo parece desacelerarse.

Entre Ríos emerge en esa lista con una oferta termal y fluvial incomparable, un mosaico de verdes y aguas que florece con la llegada del verano. Allí, entre el río Uruguay y la Ruta Nacional 14, se esconde una joya poco conocida: Nueva Escocia, un pequeño pueblo del Departamento de Concordia que combina río, bosque y playa en un paisaje de postal.

A orillas del Uruguay, las actividades acuáticas son el alma del lugar. Pescar dorados o bogas desde una lancha, remar al atardecer, o simplemente caminar por las amplias playas bordeadas de médanos: todo invita a una conexión directa con la naturaleza. Las rampas para embarcaciones facilitan los paseos y el sonido del río se mezcla con el canto de las aves del bosque de galería, un corredor vegetal que parece abrazar el agua.

Quienes buscan descanso absoluto pueden optar por los balnearios y áreas de camping, con sombra, parrillas y silencio. Los miradores naturales ofrecen vistas panorámicas del río y son el escenario perfecto para ver cómo el sol cae detrás de los árboles y tiñe el agua de dorado.

Pero Nueva Escocia también tiene historia. La chimenea de la antigua fábrica de cerámicas se alza como un símbolo de su pasado productivo, recordando los tiempos en que el pueblo vivía del trabajo artesanal. En los alrededores, parrillas familiares y puestos de comida casera invitan a probar platos simples y sabrosos, ideales después de un día de caminata o pesca.

Ubicado a 432 kilómetros de Buenos Aires, el viaje hacia Nueva Escocia es parte del encanto: rutas bordeadas de campos, pueblos entrerrianos, y la sensación de que cada parada guarda una historia. Es un destino para vivir despacio, donde el verano se disfruta sin multitudes, entre mates, río y horizontes amplios.

En tiempos donde las vacaciones suelen medirse en fotos y likes, Nueva Escocia propone algo distinto: volver a la sencillez, escuchar el viento sobre el agua y dejar que el reloj pierda importancia. Porque, a veces, el verdadero descanso está en los lugares donde no pasa nada… salvo todo lo esencial.