Desde hace 15 años en la localidad de French, partido bonaerense de 9 de Julio, se celebra la Fiesta del Puré, evento que fue declarado de interés municipal y provincial. Con una población de alrededor de 800 habitantes, un grupo de vecinos mantiene viva la tradición y en cada festejo agregan más actividades, siempre atentos a reinventarse. El próximo 20 de agosto tendrá lugar una nueva edición, y por primera vez coincidirá con un concurso de asadores. En diálogo con Infobae, la Prosecretaria de la Sociedad de Fomento, Joelle Jacob, cuenta cómo surgió la idea, la resiliencia con la que lo hicieron posible y la importancia de la institución que es el orgullo de la comunidad.
French está ubicado a 270 kilómetros de la Capital porteña y se accede por la Ruta Nacional 5. A través de la Avenida San Martín se llega al boulevard de ingreso y a la plaza que lleva el mismo nombre. Antiguamente el lugar fue conocido como Manuel B. Gonnet, pero con el tiempo fue ganando mayor popularidad el nombre de la estación ferroviaria, en honor a Domingo French, teniente coronel que fue protagonista de la Revolución de Mayo de 1810. “Hace poco volvió a pasar el tren de la línea Sarmiento, con servicio de pasajeros una vez por semana, pero no para en nuestro pueblo, sigue de largo”, cuenta Joelle, entre la tristeza y la impotencia.
“Nuestros hijos se tienen que ir a estudiar lejos, o a buscar trabajo, y es una pena que ya no se utilicen los trenes habiendo tantas distancias; siempre fue más económico y le daría la posibilidad de ir a la facultad a Buenos Aires o a La Pampa y volver a sus casas”, se lamenta. Desde hace 20 años colabora ad honorem en la Sociedad de Fomento, donde fue secretaria, pero en los últimos tiempos capacitó a otros jóvenes para que formen parte de los proyectos de turismo rural.
“Soy francesa nacida en Argelia, pero a los 5 años vine en barco con mi familia, primero nos instalamos en Uruguay y cuando cumplí 15 vinimos a la Argentina”, revela, y confiesa que fue el amor el que la llevó a French. “Mi marido es nacido y criado acá, entonces nos casamos y me vine”, explica. Ella llegó en la década del ‘70, unos pocos años después de que un grupo de 20 vecinos formara una comisión directiva que fue el motor de una gran cantidad de iniciativas. “Se juntaron personas con mucho impulso, muchas ganas de hacer cosas, trabajaron por el progreso y lucharon para que tengamos el acceso asfaltado, pensaron ideas para atraer gente, y generar trabajo”, repasa Joelle, que tiene 66 años, y aunque lleva presentes sus raíces como inmigrante, French es donde forjó su vida familiar, y tiene un profundo sentido de pertenencia. Fue testigo de mucho de los esfuerzos que hizo la comunidad, y se acuerda de una de las ideas que cambió el futuro del pueblo.
Un puré tricolor
Teniendo en mente cómo podían generar más fuentes laborales, construyeron cuatro viviendas y empezaron a alquilarlas. “Gracias a eso pudieron comprar una propiedad, y como había una necesidad por la gran cantidad de abuelos que vivían solos, que ya no tenían familiares, se destinó para una casa de abuelos, que hoy es el lugar con más empleados del pueblo”, indica. Cuenta que desde que dejó de funcionar la estación ferroviaria, las opciones de trabajo se volvieron muy escasas. Algunos trabajan en las cerealeras que hay en los alrededores, otros en pequeños comercios o realizan tareas rurales.
“Hoy tenemos 12 empleados y 11 abuelos que viven en la casa”, detalla. “Muchas mujeres consiguieron trabajo, porque antes no tenían dónde trabajar, y teníamos una gran carencia en la formación en distintas vocaciones para ayudar a que se quedaran”, explica. Para mantener y acondicionar el edificio, pensaron en cómo podrían incrementar los ingresos. En ese contexto surgió la Fiesta del Puré, que cada vez fue adquiriendo mayor importancia, porque representa una oportunidad para los emprendedores, que ese día muestran sus creaciones en un paseo de artesanías, y las ofrecen a un masivo público, que puede superar las 5.000 personas, como ocurrió en eventos anteriores
“En los años ‘70 el señor Ernesto Bonello, a quien le decimos con cariño ‘Hueso’, y su señora Sara, fueron los primeros que hicieron el famoso puré, y fue en el contexto de los festejos de la Asociación Italiana, que querían hacer una gran cena show y pensaron en un menú con pollo, y para acompañarlo”, relata. En honor a la gran cantidad de inmigrantes que vinieron de Italia, se animaron a hacerlo tricolor. “Para que fuese como la bandera le pusieron albahaca para hacer el puré verde, morrón para el rojo y el común para el blanco”, revela. Asi surgió la tradición, que se repetía en cada celebración, y a partir de la década del ‘90 se dieron cuenta de que era tal el protagonismo que tenía la guarnición, incluso más que los pollos que asaban y la carne, que podía convertirse en una propuesta única en el partido.
“Se pensó en hacer una fiesta en el contexto de la celebración de la fundación del pueblo -27 de noviembre de 1887-, y el presidente de la Sociedad de Fomento presentó la moción para centrarla en el puré, que para ese momento ya se hacía también saborizado con aceituna, al huevo y a los cuatro quesos, además del clásico y los de albahaca y morrón”, detalla. Tiene patente el recuerdo de cuando le pidieron que pasara al papel lo que habían comentado en la reunión, y fue quien escribió el proyecto que luego le acercaron a la municipalidad, y en 2007 ya estaban celebrando la primera edición.
Convencida que es “la gente quien hace la fiesta”, porque son los que asisten los que la convierten en inolvidable, asegura que tuvo una gran aceptación desde el comienzo. Todos los años organizaban cenas, hasta que decidieron cambiar el formato a almuerzo y mover la fecha. “Noviembre es un mes que tiene muchos festejos en 9 de Julio, y pensamos que sería mejor hacerlo en agosto, porque tenemos menos compromisos y el 15 de agosto es la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, la patrona del pueblo, así que nos pareció una maravillosa posibilidad la de juntar los dos eventos”, señala. Luego la Sociedad Italiana se unió con el primer concurso de asadores que tendrá la localidad, y así se completó el servicio de cantina que ofrecerán.
“Ya tenemos 20 concursantes anotados, unos 10 jurados y se va a evaluar además del sabor las condiciones del puesto, la buena presencia, la limpieza, y va a haber un total de 150.000 pesos en premios”, indica. Alrededor de la Plaza San Martín los asadores van a demostrar sus habilidades, y adentro del Club Atlético French, en la cocina ocurrirá el ritual de la preparación del puré.
Textura terciopelo
Desde hace 15 años hay un equipo de peladoras de papas que se reúne un día antes de la fiesta, además de preparar 80 docenas de empanadas para la venta. “Pelamos unas 10 bolsas de papa, las dejamos en agua, y al día siguiente le sacamos esa agua, la cambiamos por agua limpia y empezamos a hervir a eso de las nueve y media de la mañana, para pisarla al mediodía”, describe, y aclara que cada olla gigante de aluminio tiene una capacidad para 100 porciones de puré.
De otra parte importante del proceso se ocupan los pisadores, ya que todo lo hacen de manera artesanal. “Tenemos un pisapapas bien grande, porque hay que hacerlo a mano, con fuerza, para que salga bien especial; no queda igual si se licúa con batidora, hay que mezclarlo bien, saber condimentarlo y que no quede ni un grumo”, sostiene Joelle. Y resalta: “Lo hacemos como en nuestra casa, con los mismos ingredientes, solo que en una proporción mucho más grande: manteca, leche, y nuez moscada no pueden faltar”.
Les lleva de cuatro a cinco horas toda la cadena en serie de tareas, y siguen haciendo la receta de Bonello, que a pesar de estar delicado de salud este año prometió asistir junto a su señora. “Él nos enseñó que es importante no dejar la misma agua que estuvo toda la noche con las papas en remojo, porque desprenden un almidón que afecta después en la cocción”, revela. La experiencia y los detalles son los que hacen que quede una textura específica, y asegura que el adjetivo “cremoso” no alcanza para describirlo, y coincide en que la palabra adecuada sería “terciopelo”, la misma que acentuaba el chef Germán Martitegui en Masterchef Celebrity, el concurso culinario que se emite por Telefe.
Su marido también participa en la organización, ya que es el tesorero de la Sociedad de Fomento. “Era camionera, y cuando dejó la vida en la ruta y se jubiló pensó en cómo hacer algo por su pueblo, y ahora trabaja conmigo”, comenta Joelle. Y agrega: “Los pueblos en general no tenemos autonomía, dependemos de la ciudad cabecera y económicamente es muy difícil sostenerlos, quedamos relegados, y lo que realmente los va a mantener son las instituciones”. En este sentido, cuenta que los habitantes y los exresidentes guardan especial cariño por los establecimientos educativos de los tres niveles: el Jardín N° 903 “Doña Paula Albarracín”, la Escuela Primaria n°12 “República del Perú” y la Escuela Secundaria N°5 ”Héroes de Malvinas”.
Joelle cuenta que viven “con la puerta sin llave”, con una tranquilidad que valoran, y celebra que los que se emigraron por cuestiones laborales nunca faltan a la Fiesta del Puré. No hay como el arraigo que siente todo el que vivió en French. Es la ocasión ideal para los reencuentros, ponerse al día y disfrutar de una jornada completa de gastronomía y entretenimiento. Como esta vez coincidirá con el Día del Niño, también habrá juegos infantiles y actividades para los más chicos.





