Las finanzas vaticanas, por muchos años motivo de escándalos que recorrieron el globo, serán sometidas a controles más rigurosos, por medio de modificaciones a una ley de 2013. «Las últimas modificaciones se insertan en una estrategia global cuyo objetivo es hacer cada vez más transparente la gestión de las finanzas vaticanas, en el marco de controles intensos y coordinados», declaró Carmelo Barbagallo, presidente de la Autoridad de Información Financiera (AIF).
El AIF se encarga del control de los flujos financieros del Estado vaticano, en el marco de la lucha contra el terrorismo y el blanqueo de dinero. Con las modificaciones serán más fuertes «los mecanismos de defensa y control de las instituciones que estén afectadas de diversa manera por los flujos financieros», comentó Barbagallo.
Un equipo de expertos de Moneyval, el órgano del Consejo europeo que evalúa las medidas contra el blanqueo de dinero, comenzó hace unos días la quinta inspección de las cuentas vaticanas desde 2012. El papa recordó a los expertos de Moneyval que el 19 de agosto se publicó un texto que obliga a los empleados del Estado vaticano a denunciar cualquier actividad sospechosa a la AIF.






