El aumento de crímenes con arma blanca ha puesto en alerta a las autoridades británicas: de las 33 personas que murieron asesinadas en Londres en lo que va de año, 24 de ellas murieron apuñaladas.
Para enfrentar el problema las autoridades pondrán en marcha una operación llamada «Sceptre». Durante una semana, los agentes de Policía podrán detener y registrar a las personas que consideren con el objetivo de incautar las armas ilegales y además se colocarán contenedores especiales donde la gente podrá deshacerse de ellas sin ser procesada, y también podrán entregarlas en 12 comisarías de la capital británica así como en otros puntos del país.
En pocos días varios adolescentes fueron detenidos como presuntos autores de acuchillamientos: un menor de 15 años arrestado en Bristol por apuñalar en la pierna a otro joven durante una pelea, y cuatro adolescentes que se encuentran bajo custodia por el apuñalamiento de dos chicas de 16 y 17 años el domingo en el sur de Londres.
En Reino Unido es ilegal llevar un cuchillo y la pena máxima para un adulto por portar un arma blanca es de cuatro años de prisión.
