Después de un año prácticamente sin apariciones, Greta Thunberg ha vuelto con un potente mensaje: “La industria de la moda es un enorme contribuyente a la situación de emergencia climática y ecológica”.
Desde la portada de la revista «Vogue» la joven ha destacado el “impacto en incontables trabajadores y comunidades explotados por todo el mundo para que algunos disfruten de moda rápida que muchos tratan como objeto desechable” y ha criticado el conocido como greenwashing (lavado de imagen para mostrar un lado sostenible) de numerosas empresas del sector textil.
Para Thunberg, estas compañías “ingentes cantidades en campañas para venderse a sí mismas como sostenibles, ética, verdes y justas”.
“Pero seamos claros. Eso es casi siempre puro lavado de imagen. No puedes producir moda de forma masiva y consumir de modo sostenible tal y como el mundo está moldeado hoy en día. Ese es uno de los muchos motivos por los que necesitamos un cambio de sistema”, afirma.






