El Gobierno israelí dispuso el cierre del aeropuerto internacional Ben Gurión, ubicado en las afueras de Tel Aviv, desde este lunes hasta el 31 de enero. La medida, que tiene por objeto evitar el ingreso de nuevas cepas del coronavirus en plena etapa de vacunación, también pone un freno al turismo internacional. Solo quedan habilitados ingresos y egresos con fines humanitarios y casos muy específicos, que deberán ser aprobados por un comité especial.
Esta decisión llega a una semana para la fecha fijada por el Gobierno para comenzar la desescalada del actual confinamiento, que entró en vigor a finales de diciembre y que recién esta semana ha logrado comenzar a bajar las cifras de contagios.
«En esta semana en la que permanecerán cerrados los cielos, vacunaremos a un millón más de israelíes más, asegurando así que el daño de las mutaciones, en caso de que entren, sea menor y, por supuesto, que podamos reabrir nuestra economía», agregó el primer ministro Benjamín Netanyahu.