Casi 6 millones de estudiantes volvieron a las aulas en 13 regiones de Italia, luego de más de seis meses de estar suspendidas las clases presenciales por la pandemia de Covid-19. Siete regiones pospusieron unos días la apertura. En los últimos días se repartieron en las escuelas 94 millones de mascarillas quirúrgicas y 400.000 litros de gel.
Los alumnos deberán usar la mascarilla obligatoriamente en los espacios comunes, pero podrán quitársela en el aula, en donde se dispusieron pupitres individuales. El comedor se habilitará por turnos y en caso de actividades físicas para las cuales no se pueda utilizar mascarilla, se harán al aire libre y con una distancia de al menos dos metros entre los estudiantes.
De acuerdo a lo aconsejado por el comité de científicos que asesora al gobierno, los padres deberán tomar la temperatura de sus hijos antes de ir al colegio. En el caso de que la temperatura supere los 37,5 grados o haya síntomas sospechosos, el alumno permanecerá en casa y los padres deben llamar al médico, quien decidirá si se le debe hacer el test o prescribir una terapia. Si uno de los padres debe cuidar al hijo, tiene derecho a un permiso de trabajo remunerado o, si es posible, podrá realizar teletrabajo.
Algunas instituciones educativas instalaron escáneres en la entrada para la detección automática de temperatura. Si se detecta que algo va mal, una alarma en el video de vigilancia se activa para inicar el protocolo.
El presidente de la República, Sergio Mattarella, inauguró esta tarde de lunes oficialmente el curso escolar en Vo’ Euganeo, municipio de la provincia de Padua, en Véneto, que se hconvirtió en símbolo de la pandemia, pues fue aislado el 22 de febrero.






