Unas horas después de que se conociera el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que respaldó la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires para seguir con las clases presenciales, se reunió el Consejo Federal de Educación.
El ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, le llevó a sus pares una propuesta con lineamientos para una “presencialidad administrada” en aquellos distritos más afectados por el coronavirus. La intención del gobierno nacional es reducir la asistencia de chicos de acuerdo a los riesgos epidemiológicos de cada localidad.
Sin embargo, tanto el distrito de la Ciudad de Buenos Aires como el de Mendoza ya se habían desmarcado del DNU, que les exigía suspender la presencialidad por atravesar una fase de “alerta epidemiológica”, y ahora con el fallo de la Corte consideran tener el respaldo para dictar su propia política educativa durante la pandemia.
La resolución no da lugar a la autonomía de las provincias y pretende fijar lineamientos comunes. Por eso, tanto CABA como Mendoza no firmaron la resolución. Sus ministros apoyaron la generación de pautas básicas para una eventual suspensión de clases, pero consideraron “muy duro” el texto ya que, dicen, no respeta la autonomía que hoy mismo revalidó la Corte y sostiene los términos del DNU.
“No acompañamos la resolución porque la provincia entiende que, de acuerdo a la situación en esta jurisdicción, no hacía falta aplicar estas medidas. Además, no se consultó previamente al Consejo Federal de Educación y las provincias que lo componen. Nos parece mejor todo lo que se hizo antes, en las otras resoluciones del Consejo, las cuales han dado muy buenos resultados”, explicó el gobierno mendocino.
En tanto, los ministros de las otras 22 jurisdicciones sí acompañaron la resolución oficial.