El titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Félix Crous, firmó una resolución que disolvió la oficina que se ocupaba de los litigios y dispuso que el organismo que depende del Gobierno deje de intervenir como querellante en las causas penales que investigan a funcionarios y exfuncionarios públicos.
Crous afirmó que está «reperfilando» a la OA «de acuerdo con lo planificado» desde que asumió el cargo. «Es mi mirada y es lo que hablé con el Presidente», explicó en una conferencia de prensa, en la que precisó que está tratando de convertir a la OA en «un motor de políticas públicas, dejando paulatinamente el rol de litigio».
En una resolución que firmó hoy, Crous consideró que el Ministerio Público Fiscal debe oficiar de acusador en las causas penales y que es «redundante» que lo haga también la Oficina Anticorrupción.





