Hubo abrazo para la foto, y comentarios cruzados. El presidente Mauricio Macri y su sucesor desde este 10 de diciembre, Alberto Fernández participaron de la misa convocada por la Conferencia Episcopal Argentina en la basílica de Luján.
«Fue una misa muy emotiva y muy linda, llegó la hora de estar juntos para siempre, el secreto es respetar, no pensar igual», dijo Alberto Fernández. El encuentro fue histórico en una Argentina demasiado acostumbrada a que las diferencias políticas sean tan irreconciliables como para que un opositor político sea considerado un enemigo, no importa el partido del que se hable.






