El Instituto Pasteur de Montevideo detectó una variante de Covid-19, a la que bautizaron P.6. Esta cepa habría contribuido a la primera ola de casos registrada a fines de 2020 pero que luego fue prorrogada por la brasileña P-1 y, desde fines de abril, desapareció.
“La P.6 -según la denominación otorgada por un comité científico internacional- debe su nombre a que deriva de la variante B.1.1.28, originada y ampliamente distribuida en Brasil durante 2020”, afirma el texto de un estudio hecho por los investigadores del Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI).
De acuerdo al Instituto, el comité científico internacional establece que, para ser considerada variante, el hallazgo “debe tener mutaciones que lo distingan de las variantes existentes” y que la expansión geográfica tiene que ser diferente a la original.
“La variante uruguaya incluye dos mutaciones relevantes que están ubicadas en la proteína Spike, que podrían estar asociadas a un aumento de transmisibilidad. Una de las mutaciones también se ha detectado en otras variantes del mundo incrementando su frecuencia hacia fines de 2020, lo que respaldaría la idea de que le puede otorgar mayor capacidad de transmisión”, afirmaron.
“Los científicos estiman que la variante uruguaya habría jugado un rol importante en la primera ola de covid-19 en el país, pues observaron una coincidencia entre el surgimiento y diseminación de esta variante local con el aumento de casos de covid-19 registrados a partir de noviembre/diciembre”, concretó el comunicado.






