La ciudad de Nueva York pondrá a prueba a fines de este mes los planes de emergencia para un posible ataque con armas biológicas o químicas, como parte de un estudio del gobierno federal.
El Departamento de Seguridad Nacional colaborará con un equipo de investigadores y organismos municipales, entre ellos la Autoridad Metropolitana de Tránsito, en un proyecto en el que se liberará “gas seguro” en puntos clave de los cinco distritos.
El proyecto incluye la liberación de “bajas concentraciones de materiales trazadores de partículas y gases seguros” en el marco de dos programas, el de Dispersión de Amenazas Urbanas (UTD) y el de Banco de Pruebas de Defensa Química y Biológica (CBT), según el DHS.
Los resultados se usarán para informar sobre cómo los funcionarios de gestión de emergencias pueden planificar las respuestas a una posible actividad terrorista.
