viernes, 7 noviembre, 2025

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La propuesta del director del museo Galería Uffizi Eike Schmidt de introducir un «impuesto al sándwich» para disminuir el consumo de comida en las calles de Florencia y otras ciudades turísticas de Italia causó polémica en todo el país, con apoyos y rechazos desde el ámbito de la política y las asociaciones de comercio.

«Sería justo introducir un impuesto extra para los locales de comida callejera, es decir aquellos que no ofrecen a los clientes espacio y mesas sino que los obligan a comer por la calle», planteó Schmidt en declaraciones a la prensa al proponer el que ya se conoce como «tassa sul panino» en todo el país.

«La gente que come en la calle causa costos a la comunidad porque las calles deben limpiarse del aceite de los sándwiches, una operación costosa. Nosotros lo vemos en los Uffizi al menos dos veces al día», señaló Schmidt a la revista Qn sobre la situación en los alrededores del Museo que dirige.

La propuesta de Schmidt generó de inmediato reacciones a favor y en contra en todo el país.

Desde el oficialista Partido Democrático, la diputada Rosa Maria Di Giorgi consideró que se trata de una «idea interesante», según publicó hoy la edición florentina del diario Repubblica.

Desde la también oficialista Liga, sin embargo, Federico Bussolin consideró que «ahora hablar de impuestos es una locura».

Hasta la asociación comercial Confartigianato, Paolo Gori aseguró que se trata de «una idea absurda, sin sentido».

«En este momento delicado de recuperación de la energía no tiene sentido. Un nuevo impuesto condenaría a muchas empresas al cierre», agregó.