Tras el fallecimiento del Papa Francisco, el Vaticano ha entrado oficialmente en sede vacante, un período excepcional que finaliza con la elección de un nuevo pontífice mediante el tradicional cónclave. Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar: actualmente son 136 los habilitados, y entre ellos ya se perfilan varios nombres con chances de suceder a Jorge Bergoglio.
Los principales candidatos al papado:
- Luis Antonio Tagle (67, Filipinas): exarzobispo de Manila y actual prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Defensor de la justicia social y la inclusión.
- Matteo Zuppi (69, Italia): arzobispo de Bolonia, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Cercano a la comunidad de Sant’Egidio, fue enviado por Francisco en misiones de paz a Ucrania y EE.UU.
- Peter Turkson (76, Ghana): ex prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Conocido por su enfoque en justicia económica y medioambiente.
- Pietro Parolin (70, Italia): actual secretario de Estado del Vaticano. Con amplia experiencia diplomática, fue designado por Francisco en 2013.
- Juan José Omella (77, España): arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española.
- Luis Francisco Ladaria Ferrer (81, España): jesuita, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Aunque superó el límite de edad para votar, puede ser elegido.
- Raymond Leo Burke (76, EE.UU.): crítico acérrimo de Francisco. Conservador en temas como el divorcio y la comunidad LGBTQ+.
- Peter Erdö (72, Hungría): opuesto a la recepción de refugiados y a las reformas impulsadas por Bergoglio.
- Gerhard Ludwig Müller (78, Alemania): ex prefecto de la Doctrina de la Fe. Duro crítico del papado anterior.
- Willem Eijk (71, Países Bajos): teólogo tradicionalista, contrario a las reformas pastorales recientes.
¿Qué se espera del próximo Papa?
El futuro pontífice deberá balancear la herencia reformista de Francisco con las fuertes tensiones internas de la Iglesia. La mayoría de los cardenales votantes fueron designados por Bergoglio, lo que sugiere que su sucesor podría mantener una línea progresista, aunque con posibles matices más conservadores para buscar unidad.
El mundo observa con expectativa las votaciones secretas que tendrán lugar en la Capilla Sixtina. El humo blanco marcará el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia Católica.
