En un partido digno de una película, Racing logró una épica clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores tras vencer a Peñarol por 3 a 1. El triunfo, que llegó con el corazón en la mano, demuestra que la Academia está lista para ir por todo.
La «Academia», con su característica garra y corazón, superó una serie difícil contra la «Garra Charrúa» bajo la lluvia. Con Adrián «Maravilla» Martínez como figura, el equipo de Avellaneda abrió el marcador temprano, pero la alegría no duró mucho, ya que Peñarol empató rápidamente.
El partido fue un sube y baja de emociones. Un gol anulado a Marcos Rojo y la tensión de un encuentro que parecía encaminarse a los penales. Sin embargo, los cambios precisos del DT Gustavo Costas revirtieron la situación. Duván Vergara aportó frescura en el ataque y provocó un penal que se convirtió en el 2-1.
Cuando todo parecía definido para la definición por penales, con cambios de arqueros incluidos, el destino tenía un plan diferente para Racing. En una de las últimas jugadas, y con un centro milimétrico de Gastón Martirena, Franco Pardo selló la victoria y desató la locura en el equipo de Avellaneda.
El triunfo épico de Racing lo posiciona como un candidato serio a pelear por la «Gloria Eterna». Después de haber ganado la Sudamericana, el equipo de Costas demuestra que tiene con qué para soñar en grande. Ahora, Vélez será el próximo en sufrir a la «Academia», que deberá seguir con su paso firme y sin subestimar a nadie.
