La semana pasada, diferentes agencias espaciales estuvieron trabajando en una simulación del choque de un asteroide contra la Tierra. La misión llegó a su fin y dejó malas noticias para Europa.
El impacto ficticio fue dirigido por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y su objetivo era preparar a los científicos en caso de que alguna vez ocurra una amenaza así contra nuestro planeta.
El ejercicio, de una semana de duración y dirigido por la NASA, concluyó que la catástrofe sería inevitable, incluso con seis meses de preparación.





