En estos días salió a la luz la historia de un niño de los suburbios de Londres, de 12 años, llamado Benyamin Ahmed, que ganó 160.000 dólares vendiendo su colección Weird Whales, una serie de imágenes con coloridos diseños de ballenas pixeladas en forma de NFT en la red Ethereum.
Los tokens no fungibles (NFT), son una forma de activos digitales que pueden representar casi cualquier objeto -un tweet, una canción, una foto, una obra de arte, y hasta código genético- y venderse on-line.
Su padre, que trabaja como desarrollador web, lo ayudó en el proceso de introducir sus propios recursos: «Le dije: ‘Mirá, tenés que sustituir los nombres de las variables aquí, así que donde tienen plátanos y fondos y demás, tienes que sustituirlos por los tuyos'».
«Me interesé por el espacio de la NFT porque al principio pensé que era genial como una forma de expresión en línea», señaló Ahmed. Fue más tarde, después de desarrollar un «respeto» por el estilo de arte digital de colecciones populares de NFT -como CryptoPunks y Bored Ape Yacht Club-, cuando decidió codificar una colección propia.
La colección Weird Whales tenía 3.350 ballenas y tras la viralización del proyecto se vendieron en su totalidad en menos de 24 horas.
