Un grupo inusualmente numeroso de unos 6.000 marroquíes, muchos de ellos, menores de edad o familias, entraron ilegalmente en el enclave norteafricano de Ceuta el lunes, dijo un portavoz de la delegación del Gobierno español en ese país.
Una persona murió en el intento de ingreso, señaló el portavoz.
Una multitud de personas, en su mayoría jóvenes, nadaron hasta la playa, algunos corriendo o mostrando los pulgares hacia arriba, según mostraron las imágenes del periódico local Faro, en una acción que comenzó durante la noche y se intensificó durante el día.
España va a actuar “con la cabeza fría”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en una entrevista a la radio Cadena SER, añadiendo que las autoridades ya habían empezado a enviar a los recién llegados de vuelta a Marruecos.
 
								






