China desató una operación para conducir a los elefantes de vuelta a su casa, por zonas empinadas, sinuosas y a veces pobladas.
Primero se pide a la población que permanezca en sus casas, luego se corta el fluido eléctrico y finalmente se depositan bananos en un extremo de la ciudad para atraer a los elefantes.
El grupo abandonó hace 16 meses su hogar en el sur, cerca de la frontera con Laos, atravesando plantíos de maíz, caña de azúcar, banana y pitaya en la provincia suroriental de Yunnan.
El público chino se ha deleitado siguiendo la marcha de los elefantes, incluidos sus desfiles por calles y cuando se echan a dormir en un campo abierto.
Se trata de una tarea gigantesca para una treintena de bomberos forestales a cargo de conducir a los elefantes de vuelta a su casa. Les toca seguir a los animales que avanzan por la noche y pueden desaparecer en un bosque y caminar 30 km diarios.
Es lo más al norte de China que han llegado los elefantes silvestres asiáticos desde que se tienen registros, dijo Yang Xiangyo, jefe del equipo. «Antes de esto, solo veíamos elefantes en el zoológico o la televisión», comentó.
 
								






