La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó el pasado viernes que en febrero de 2020 se midió en el continente antártico una temperatura récord de 18,3 grados centígrados. La OMM siempre revisa si los aparatos de medición registran las temperaturas correctas antes de confirmar dicho récord. El anterior récord estaba en 17,5 ºC, en 2015.
En la región de la Antártida en su conjunto, que incluye todo el territorio que se encuentra al sur del paralelo 60, la temperatura más alta jamás registrada, de 19,8 ºC, fue detectada en la isla de Signy el 30 de enero de 1982.
«La verificación de esas mediciones de temperaturas máximas es importante porque nos ayuda a dibujar una imagen de la meteorología y del clima en una de las últimas fronteras finales de la Tierra», explicó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
«La península Antártica (el extremo noroccidental cercano a Sudamérica) es una de las regiones del planeta que se calienta más rápidamente: casi 3 grados en los últimos cincuenta años», subrayó. «Así, este nuevo récord de temperatura concuerda con el cambio climático que observamos», apuntó.
El comité encargado de la homologación de este récord estudió la meteorología del continente cuando se tomó la medida y observó un fenómeno de altas presiones, que contribuyó a que se calentara la superficie en ese lugar, conocido por sus temperaturas récords.