La semana financiera global empieza con el peor tono posible. Los mercados de Asia y Europa cerraron con fuertes bajas y, a medida que el día avanza en América las perspectivas son igual de negativas con futuros de índices de Wall Street también hundidos en números rojos. La caída de las bolsas globales sigue a varias ruedas de extrema volatilidad. Dudas sobre la inflación en Estados Unidos y sobre la capacidad de la Reserva Federal para enfrentarla sin sumir a la economía en un nuevo shock sentaron las bases para un clima negativo sobre el que se asientan los crecientes temores a un posible conflicto armado en Europa dada la tensión entre Rusia, Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La combinación de factores promete completar un día en el que las bajas sean generalizadas entre activos de riesgo, típicamente las acciones más especulativas y los activos de países emergentes. Y, al mismo tiempo, se encamina a una rueda de fuertes subas para activos de refugio como el oro, los bonos del Tesoro de los Estados Unidos y monedas de reserva.
Las caídas
Los mercados asiáticos ya marcaron previamente la tendencia con Tokio, que cerró en baja de 2,23%, mientras que las bolsas chinas retrocedieron de forma más moderada (Hong Kong -1,41%, Shanghai -0,98%).
En Londres, el FTSE 100, que tiene una gran exposición a los valores energéticos y de materias primas, cayó un 1,8% tras la apertura, mientras que el CAC francés se desplomó un 3,4% en París, y el DAX de Frankfurt bajó un 3,5%
En Europa, la ola de números rojos se fue extendiendo a medida que amanecía en los mercados del viejo continente En Londres, el FTSE 100, que tiene una gran exposición a los valores energéticos y de materias primas, cayó un 1,8% tras la apertura, mientras que el CAC francés se desplomó un 3,4% en París, y el DAX de Frankfurt bajó un 3,5%. El sector de viajes y ocio y el sector bancario también arrastraron los índices a la baja.
A su vez, los índices estadounidenses arrojan caídas antes de la apertura del mercado. A las 9 de Buenos Aires, los futuros del índice S&P 500 retrocedían 0,83%, los del industrial Dow Jones se contraína 0,77% y los del Nasdaq Composite perdían 1,22%.
La tendencia, aunque tiene todavía largas horas de operación por delante como para alterarse, indica una apertura bajista difícil de remontar.
Tensión en Ucrania
El viernes, un fuerte movimiento a la baja en los rendimientos de los bonos se produjo después de que el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijera en una sesión informativa en la Casa Blanca que había señales de una escalada rusa en la frontera con Ucrania y que era posible que se produjera una invasión durante los Juegos Olímpicos, a pesar de las especulaciones en sentido contrario.
Una llamada telefónica durante el fin de semana entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que Biden intentó disuadir a Putin de atacar a Ucrania, no logró ningún avance.
Algunas compañías aéreas también han suspendido o redirigido sus vuelos a Ucrania en medio de la crisis que se avecina, mientras que el Pentágono ordenó la salida de las tropas estadounidenses en Ucrania.
Rusia lleva meses reforzando su presencia militar en varios puntos de la frontera ucraniana. Actualmente hay más de 100.000 soldados rusos estacionados allí.
En caso de que se produzca una invasión, se esperaba que se produjera tras la clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín para evitar un conflicto con China, aliada de Rusia.
Los Juegos de Invierno de 2022, que finalizarán el 20 de febrero, se han visto empañados por la controversia, incluidos los boicots diplomáticos por el historial de derechos humanos de China y la reciente revelación de que una campeona rusa de patinaje artístico no pasó un control antidoping.
Pero Sullivan subrayó el viernes que un ataque “podría comenzar durante las Olimpiadas, a pesar de las muchas especulaciones” de que no lo haría. Rusia estaría en condiciones de iniciar el avance tan pronto como este miércoles 16 de febrero.
El sonido de los tambores de guerra pone en duda las perspectivas económicas a futuro y los planes de las empresas, los precios de las materias primas suben y los activos de refugio suben de precio a medida que los inversores tratan de hacerse a un lado.
Sube el petróleo
Las tensiones geopolíticas empujaron al alza a las materias primas energéticas. El crudo Brent llegaba a cotizar a USD 96 dólares por barril tras la noticia, su máximo desde septiembre de 2014, ya que los inversores se preocupan por la interrupción de los suministros en un mercado energético que ya se encuentra sometido a restricciones. El West Texas Intermediate también se situó en un nuevo máximo de siete años.
Esta semana marcará la novena semana consecutiva de ganancias para los precios del petróleo, y los analistas apuestan que los precios alcanzarán los USD 100 por barril a finales de la semana.
La suba sigue al alocado movimiento que tuvieron los precios de las materias primas energéticas en cerca de dos años de pandemia, no sólo al petróleo.
Todos los derivados que surgen desde esa materia prima también un sube y baja frenético durante la expansión del Covid-19 por el mundo que ahora llega a su apogeo. El precio del gas valía USD 2,2 en noviembre de 2019, cuando nacía el Covid; cayó hasta USD 1,6 en marzo de 2020, y después estalló hasta USD 5,9 en agosto del año pasado, y desde ahí está en un sube y baja que oscila alrededor de los USD 4.
Temores inflacionarios
Con los mercados habiendo dado ya por hecho una gran posibilidad de que la Reserva federal (Fed) suba las tasas de interés medio punto porcentual en su próxima reunión de marzo, las actas de la reunión de enero de la Fed, serán estudiadas minuciosamente en busca de cualquier indicación sobre la fuerza de la subida que contemplan los funcionarios.
El mes pasado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, señalaba que el despegue sería en marzo y decía que había “bastante margen” para la suba de las tasas sin que la recuperación del mercado laboral se viera amenazada.
El viernes, Goldman Sachs anunció que ahora espera siete subas de tasas de un cuarto de punto porcentual este año, por encima de su pronóstico anterior que hablaba de cinco, ya que ha actualizado su previsión tras los datos del IPC de Estados Unidos de la semana pasada que mostraron un récord de 40 años.
Con una inflación de enero superior a las expectativas, del 7,5%, los inversores están considerando el número y la magnitud de las subidas de tipos de la Fed este año. La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, sugirió en una entrevista el domingo que una política demasiado “brusca y agresiva” podría lastrar el crecimiento.
Inversores se refugian
Los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos cayeron ligeramente el lunes con los inversores optando por activos de refugio en medio de la escalada de tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó 1 punto básico, hasta el 1,9371%, a las 3 de la madrugada, hora del este. La tasa de referencia a 10 años alcanzó el nivel del 2% la semana pasada tras la lectura de la inflación más alta en cuatro décadas.
El rendimiento del bono del Tesoro a 30 años, por su parte, bajó 1 punto básico el lunes para cotizar en el 2,2399%. Los rendimientos se mueven de forma inversa a los precios y un punto básico equivale al 0,01%.
El oro subió un 0,8%, hasta los 1.857 dólares por onza, y rondó su máximo en tres meses. El franco suizo, que también suele considerarse un refugio seguro, subió un 0,5% frente al euro, hasta 1,056 francos, lo que supone su mayor subida en dos días frente a la moneda única europea en cinco meses.






