Los gatos, al igual que las personas, pueden dejarse engañar por las ilusiones ópticas, según sugiere un ingenioso estudio publicado en Applied Animal Behavior Science.
El estudio, basado en experimentos llevados a cabo por propietarios de mascotas en sus casas durante la pandemia de COVID-19, revela que los gatos tienden a sentarse dentro de formas bidimensionales que solo parecen cuadrados con la misma frecuencia que se sientan dentro de un cuadrado real. Los resultados podrían darnos una idea más clara de la cognición de los gatos.
En el estudio, titulado «Si encajo me siento: Una investigación de ciencia ciudadana sobre la susceptibilidad a los contornos ilusorios en los gatos domésticos», los investigadores utilizaron el impulso de los gatos de sentarse en espacios cerrados para probar cómo sus pequeñas mentes perciben una ilusión visual.